Mallorca 1 Racing 0. Chapeau para esta plantilla

La plantilla del Mallorca aparcó en el vestuario la crisis económica a la que la ha abocado la poca solvencia de la propiedad y volvió a dar una muestra de su compromiso y profesionalidad sumando su quinta victoria doméstica consecutiva y haciéndolo, pese a lo limitado del marcador, con una solvencia absoluta. El equipo está demostrando que está muy por encima de la credibilidad de la directiva y lleva camino de completar una primera vuelta fantástica. Por de pronto, en sólo nueve partidos ya ha sumado 17 puntos. Tiene casi la mitad de los deberes hechos.
El Racing, en cambio, es la otra cara de la moneda. El equipo tiene buenos jugadores, pero sobre el campo su crisis de confianza se incrementa de un modo muy peligroso. Arrancó bien su partido en Palma, pero poco a poco fue diluyéndose y acabó convertido en un alma en pena, lastrado por el error de Oscar Serrano en la primera parte, en la jugada que marcó la tarde y que pudo cambiar elsigno del resultado.
Todo pasó en menos de un minuto, sin posibilidad de enmienda. El partido había comenzando igualado y turgente,con los dos equipos buscando el gol, cuando a los 18 minutos el Racing forzó un córner en el flanco izquierdo de su ataque. Luis García tomó el balón, levantó la mano marcando jugada y sus compañeros interpretaron de maravilla las clases de estrategia que les había dado Mandía, creando un hueco en el punto de penalty para que ahí apareciera viniendo desde atrás Oscar Serrano, pero éste, con toda la portería para él, no ajustó su disparo y se le marchó alto. Sin perder tiempo Aouate sacó largo de puerta sobre Borja, que habilitó a Webó y el camerunés, tras pisar área, le pegó a romper por debajo del cuerpo de Toño. Del 0-1 al 1.0 en un solo minuto. Puede que incluso en menos,
El golpe fue de tal magnitud que produjo efectos antagónicos. El Mallorca se miró el escudo con orgullo y el Racing agachó la cabeza. Ya no volvió a levantarla en ningún momento de los más de 70 minutos de partido que quedaban por delante. Mandía lo intentó todo, pero fue en vano porque su equipo fue incapaz de crear ni una sola ocasión de gol, pese a que acabó la tarde con toda la artillería posible sobre el campo Mucho ruido pero pocas nueces para un grupo al que se le están encendiendo todas las luces de alarma.