Mallorca 3 Valladolid 0. El mejor arranque en casa de la historia

La semana discurrió convulsionada, pero acabó pletórica. Con cinco jornadas consumidas, el Mallorca suma diez puntos, presume del mejor arranque de su historia en Primera División y ha hecho ya casi una cuarta parte del camino. Magnífico balance para un equipo que ha despejado todas las dudas que despertó en verano, y que resuelve sus partidos en casa con la solvencia de un grande. El Valladolid fue su tercera víctima doméstica, y como Xerez y sobre todo Tenerife, apenas le presentó resistencia.

Manzano descubrió la fórmula magistral ante el Tenerife y por supuesto repitió experimento. Una semana después de su última goleada apareció en el estadio con los mismos, y de nuevo el resultado fue excelente. Desde el principio acaparó el balón, metió a su enemigo atrás y empezó a crear ocasiones. El Valladolid no supo cómo responder, y pronto se vio por debajo en el marcador. Julio Alvarez botó una falta desde la derecha, la defensa castellana no acertó a despejar y Nunes surgió en el punto de penalty para trasformar la indecisión forastera en el primer gol del partido.

Con 1-0 arriba, el Mallorca se sintió en su papel y comenzó a ofrecer su mejor versión. Manzano tiene al equipo totalmente automatizado, y ya ni siquiera cede ocasiones al adversario. Durante una primera parte que al Valladolid se le hizo eterna, el segundo e incluso el tercer gol rondaron con mucha frecuencia. Víctor tuvo la ocasión más clara, pero mandó arriba su disparo, y en varias llegadas desde la banda Aduriz estuvo a punto de prolongar su idilio con el gol. Mientras, ni Canobbio ni el brasileño Diego Costa dieron señales de vida, y la defensa mallorquina no necesitó ni siquiera emplearse a fondo para resolver lo poco que les llegó.

Mendilíbar movió ficha en el descanso con la esperanza de cambiar la dinámica, y Alberto Bueno sumó efectivos arriba a costa de Sisi. Aquello pareció dar resultados, porque en el primer minuto de la segunda parte Borja metió un zapatazo desde muy lejos que se fue a un palmo de la escuadra, pero en realidad fue sólo un fuego de artificio, porque el Mallorca se sacudió el dominio adversario y volvió a sumar méritos para doblar su ventaja, con Tuni brillante en la izquierda y Mario y Borja excelentes en el doble pivote. De su inteligencia surgió el segundo, un pase a la espalda de los centrales que Aduriz resolvió ante Jacobo con la maestría que sólo tienen los goleadores.

En su último arranque de rabia, el Valladolid tiró de épica para buscar la remontada, pero el destino fue cruel con sus intenciones. Sólo un minuto después de haber fallado un gol a portería vacía, tras un error en la salida de Aouate, Víctor advirtió el desmarque de Borja, y su pase se convirtió en un calco del 2-0. El autor del gol 1.000 del Mallorca en Primera resolvió el partido, por si a alguien le quedaba alguna duda, y permitió a la grada disfrutar de una tarde de gloria.

En el resumen todo son buenas noticias. El Mallorca acaba la jornada en Liga de Campeones y prepara su próximo desplazamiento a Gijón con la intención de seguir sumando. Dicen los agoreros que estos 10 puntos son producto de un calendario benévolo, pero hoy en Primera nadie gana un partido con el nombre, y sobre todo con la solvencia con la que lo está haciendo el equipo de Manzano. Un entrenador al que algún día habrá que agradecer todo lo que está haciendo por este club.