Arango debuta mañana en la Bundesliga

Jupp Heynckes, Rainer Bonhoff, Alan Simonsen, Gunter Netzer, Lothar Matthaeus, Steffen Effenberg... La historia del Borussia de Gladbach está trufada de jugadores extraordinarios, legado de un pasado glorioso que les llevó a ganar en la década de los 70 cinco Ligas y dos Copas de la UEFA, además de llegar a una final de la Copa de Europa. Luego se les vino encima una crisis económica y ya nunca volvieron a ver el éxito de cerca. Ahora empiezan una nueva etapa, y después de traspasar al Werder Bremen por nueve millones de euros a su última gran estrella, el extremo Marko Marin, han elegido como nuevo buque insignia al venezolano Juan Arango, por el que pagaron este verano 3,6 millones de euros. Arango debutará mañana en la Bundesliga en el campo del Bochum, después de una pretemporada en la que ya ha destilado algún detalle de la enorme calidad que atesora, y que nadie es capaz de discutirle.
Juan Arango será una de las caras nuevas de la temporada alemana, tras un verano en el que el protagonismo lo ha acaparado el extremo francés Frank Ribery, que finalmente continúa en el Bayern a las órdenes de Louis Van Gaal, y en el que la mayor operación de fichajes ha corrido también a cargo del club bávaro, que ha pagado la desmesurada cantidad de 30 millones de euros por arrebatarle al Stuttgart los goles del hispano-germano Mario Gómez.
Al igual que ha sucedido en el resto de Europa -con la excepción del Real Madrid-, no ha habido grandes operaciones. Los clubes han tirado de imaginación para suplir la falta de tesorería, y algunos han acabado recurriendo a viejas glorias para completar puestos claves en el equipo, como otro histórico venido a menos, el Colonia, que tras recuperar por 10 millones de euros a Lukas Podolski se ha quedado sin dinero, por lo que se ha visto obligado a recurrir al portugués Maniche.
El Borussia de Arango, que por cierto ganó su último título, la copa de 1995, con el ex-mallorquinista Bernd Krauss en el banquillo, no debería tener ningún problema para conservar la categoría, pero tampoco está para pedirle mucho más. Arriba, además de la zurda del venezolano, se sustentará en la capacidad de acierto de otro dinosario, el eterno delantero internacional Oliver Neuville, y en medio campo sólo podrá confiar en el dinamismo del estadounidense Michael Bradley. Eso, y que definitivamente explote el argentino Raúl Bobadilla, la gran esperanza de Michael Frontzeck, el último inquilino de un banquillo por el que han desfilado personajes como Udo Lattek, Jupp Heynckes o Dick Advocaat, aunque ninguno logró dejar tanta huella como Hennes Weisweiller, que durante once años, desde 1964 hasta 1975, forjó la leyenda de un club cuyo nombre era temido en toda Europa. pero esa era otra época. La de ahora es la de Juan Arango.