Mis propias conclusiones sobre el caso Davidson

Muchos de vosotros me preguntáis mi opinión al respecto del caso Davidson. Mirad, debo deciros que tengo la absoluta certeza de que existe una importante información que no ha salido a la luz todavía, y ese dato responde a la razón por la cual Davidson se ha fijado en el Mallorca. A partir de aquí, existen múltiples posibilidades, pero lo que voy a hacer hoy es resumiros mis propias conclusiones, adelantándoos antes que nada que es posible que esté totalmente equivocado. Pero, en fin, ahí van.

• Estoy seguro de que Davidson SI QUIERE COMPRAR EL MALLORCA. De lo que ya no estoy tan convencido es de que él sea el comprador final. Cada día que pasa me inclino más ante la posibilidad de que en realidad él sólo sea UN INTERMEDIARIO. ¿De quién? Esa es la gran pregunta.
• Digo que estoy seguro de que su objetivo final es comprar el club porque Paul Davidson es un personaje con cara y ojos. Me explico. Si aquí hubiera llegado alguien haciéndose llamar el marqués de Robespierre, por poner un ejemplo, y hubiera dicho públicamente que quería comprar el Mallorca, hubiera sido fácil deducir, si su conducta hubiera sido idéntica a la de Davidson, que se trataba de un impostor. Ahora bien. Paul Davidson existe, es de verdad un multimillonario, y sus empresas cotizan al alza en la bolsa inglesa. Entonces, en ese caso, mi pregunta es: ¿QUE NECESIDAD TIENE UN MULTIMILLONARIO DE MONTAR UN NÚMERO ASÍ?
• No creo que sea un testaferro de Grande. De eso estoy convencido. Ahora bien, lo que sí pienso es que GRANDE Y DAVIDSON SABEN ALGO QUE NOSOTROS IGNORAMOS. Y ese algo es importante. ¿Quizás sea la identidad del comprador final? Sólo el hecho de que ambos compartan una información secreta explicaría la devoción pública de Davidson hacia alguien que no conocía hace tres meses.
• No os dejeis engañar por las apariencias. Más allá de que le veais vestido de hooligan o de que diga públicamente tonterías, lo cierto es que Paul Davidson es una persona EXTREMADAMENTE INTELIGENTE. Ha levantado dos veces un imperio y le ha ganado un litigio al Tribunal de Valores inglés defendiéndose él mismo. Su fortuna procede de la nada, y no la ha logrado especulando, sino inventando cosas. Y para todo esto, estaréis de acuerdo conmigo en que es necesario tener un cerebrito privilegiado. Y no os equivoquéis. El lo tiene.
• Si realmente tenía pensando dar la espantada el jueves, ¿a qué viene mandar por la noche un comunicado escrito en términos tan correctos y por otro lado tan categóricos? Le hubiera bastado con no volver a aparecer ni coger el teléfono, ¿verdad?
• Ya sabéis que estuve con él el sábado en Londres. Me cito en el Lanesborough Hotel, uno de los mejores de Londres. Y es cierto que eso no quiere decir nada, pero os puedo garantizar que la impresión que me dio es que era un cliente habitual del hotel. Le conocían, le trataban con mucho respeto, y en cuanto vieron que se trataba de un entrevista enseguida apareció el director del hotel para ofrecernos una estancia sólo para nosotros. Luego es verdad, no lo puedo negar, que fracasé en el intento de conseguir que me enseñara sus oficinas, pero eso tampoco demuestra nada.

En definitiva, yo esperaría a que se cumpliera el plazo del 12 de noviembre para emitir juicios definitivos sobre Davidson. Es cierto que todo huele muy mal, pero quién sabe cómo puede acabar todo esto.