En el primer lustro de 2.000 al Mallorca se le dio muy bien el Bernabéu. Es más, era un territorio abonado desde que en noviembre de 2.000, con Luis Aragonés, ganó 0-2 por primera vez en su historia.
Pero el verdadero petardazo se produjo el tres de mayo de 2003, en un partido con cierta importancia para el Mallorca porque no le sobraban precisamente los puntos. Se adelantó el Real Madrid 1-0, con gol de Ronaldo a los 10 minutos. Y así acabó la primera parte, de acuerdo al guión previsto, sin que nadie pudiera imaginar lo que sucedería en la segunda.
Sí, porque lo que salió del vestuario tras el descanso no fue el Mallorca habitual, sino una verdadera apisonadora liderada por Samuel Eto'o, que se echó el equipo a las espaldas y desde el primer minuto de la reanudación le brindó al Bernabéu una actuación magistral. A los tres minutos empató Pandiani, cuatro después Riera logró el 1-2, el propio Eto'o, sentando a Roberto Carlos, hizo el 1-3, y fue el brasileño, en propia puerta, el autor del 1-4 en el minuto 62. En sólo 17 minutos el Mallorca había marcado cuatro goles en el Bernabéu, y aún hubo tiempo para que Carlitos, en el descuento, hiciera el quinto.
Es, por supuesto, la mayor victoria conseguida jamás por el Mallorca fuera de casa en Primera División. También es la mayor derrota encajada jamás por el Real Madrid en su estadio. Un partido increíble y un resultado alucinante que, yo me pregunto, ¿volverá a repetirse alguna vez?
Mallorca: Leo Franco, Cortés (Campano 80 min.), Niño, Lussenhoff, Poli, Novo, Marcos, Ibagaza, Riera, Eto'o (Carlos min.91) y Pandiani.
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