Resumen del día: el Mallorca sabe que perderá el recurso ante el Comité de Apelación, pero confía en ganarlo ante el TAS

La UEFA no ha tardado ni 24 horas en otorgarle al Villarreal la plaza europea que le ha usurpado al Mallorca. Su decisión se produce sin que ni siquiera haya escuchado las alegaciones que está preparando el club mallorquín, y que se entregarán el próximo lunes al Comité de Apelación, aunque las posibilidades de que prosperen en primera instancia son insignificantes. De hecho, jamás en su historia ha vuelto a readmitir el máximo organismo continental a un equipo al que hubiera retirado de una competición bajo su auspicio.
El Mallorca, en cambio, sí que alberga fundadas esperanzas de que su reclamación sea atendida por el Tribunal de Arbitraje Deportivo, organismo que no depende de la UEFA sino de la FIFA, y al que acudirá inmediatamente después de que el Comité de Apelación desestime su recurso, algo que se espera que se produzca a finales de la próxima semana. Los abogados del club, asesorados por Javier Tebas, preparan ya una batería de documentación que demuestra que la decisión de retirarle la licencia no sólo no responde a derecho, sino que debe ser revocada con caracter inmediato.
El Mallorca recibió cerca de las dos de la tarde siete hojas de fax llenas de subterfugios con los que la UEFA intenta justificar una decisión que está muy claro que obedece a motivos ajenos a su reglamento de competición. La línea argumental se basa en la existencia de deudas no resueltas a fecha 31 de diciembre de 2009, así como a la situación patrimonial del club, que califican como «muy dudosa». Argumentos que no se sostienen, y que serán debidamente rebatidos, y que no son sino la tapadera del verdadero motivo de la revocación.
En su argumentación la UEFA desliza un término en el que se encierra el origen del problema, más allá incluso del deseo de venganza de Villar: la palabra competencia. ¿A qué se refiere? Sin duda a la intervención de la juez y al auto dictado prohibiendo a la Federación Española que se abstuviera de emprender ningún tipo de acción que implicara la retirada de la licencia europea al Mallorca, lo que contraviene uno de los mandamientos apócrifos más aplicados: la no intervención de organismos públicos en las reglas de competición de las organizaciones deportivas. Por eso la UEFA recordó hoy al club que dispone de la máxima competencia, en lo que se interpreta como un pulso a la intervención judicial. Ahora está por ver cuál será la respusta de la magistrada, a la que el próximo lunes se dará traslado de toda la documentación.
Aunque ahora la principal carga de trabajo corresponde al bufete Buades y al departamento de juristas de Javier Tebas, Llorenç Serra Ferrer también interviene directamente en la línea de defensa. Hoy se reunió por espacio de más de tres horas con el presidente de la Federació de Futbol de les Illes Balears, Miquel Bestard, y en presencia de Mateu Alemany escuchó sus consejos. Bestard cree que lo más prudente es viajar inmediatamente a Madrid para hablar con Villar y cerrar todas las heridas. Alemany no está de acuerdo, pero Serra Ferrer ya ha tomado una decisión y está a la espera de que le comuniquen cuándo puede visitar Valdevebas.
El vicepresidente mostró también su inquietud por el hecho de que el Mallorca no forme parte de la Junta Directiva de la Federación Española de Fútbol, al contrario que la inmensa mayoría de clubes de Primera División, y será una de las primeras peticiones que le efectúe a Angel Villar en su próximo encuentro.
Mientras, siguen proliferando en las redes sociales las iniciativas de los aficionados, que ahora han convocado otra manifestación para el próximo martes a la que de momento no se ha sumado la Federació de Penyes, que no tomará ninguna decisión hasta que la reciba la nueva propiedad. Ese será otro problema que deberá resolver Serra Ferrer, porque las relaciones del gremio que preside Xisco Bauzá con Mateu Alemany eran más bien tirantes. Quizás a ello obedezca el hecho de que aún no se hayan manifestado oficialmente.