La relación entre Manzano y el Mallorca empieza la cuenta atrás

El idilio Gregorio Manzano-Real Mallorca toca a su fin. El entrenador cumplirá este próximo fin de semana cuatro años consecutivos al frente de la primera plantilla, a la que tomó sustituyendo a Héctor Cúper en febrero de 2006, pero vive sus últimas semanas en el club porque ni a una parte ni a otra les interesa prolongar su relación. Es más, de lo que se trata es de acabar la temporada sin tirarse los trastos a la cabeza. Ese es ahora mismo el principal objetivo: terminar como amigos. Las relaciones entre el entrenador y el club atraviesan por uno de sus momentos más delicados. Mateu Alemany ha recibido especialmente mal las declaraciones de Manzano en ‘Intervíu’ en las que no sólo no le dedicaba ni una sola palabra al propietario, sino que incluso le situaba al nivel de Ramonell o Martí Asensio -«el año pasado tuvimos cuatro presidentes»-.
En el semanario el técnico ha vuelto a hacer evidente que una cosa es lo que dice aquí y otra es lo que piensa en realidad cuando quien le pregunta es un medio de comunicación peninsular. Ahí cambia de cara y muestra su verdadera personalidad.
La sensación que se extrae del comportamiento reciente de Manzano -todó comenzó en la semana anterior al partido ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu- es que se ha desmarcado por completo del proyecto del Mallorca, quizás consciente de que es imposible que el año próximo mantenga su desmesurado salario. Desde comienzos de este año se está «vendiendo» sin ningún pudor, y para ello no vacila en arrogarse todos los méritos deportivos e incluso sociales.
En ‘Intervíu’, cuando le preguntaron si era el responsable de que el club no desapareciera, no sólo no lo negó, sino que repartió las «culpas» entre él y sus futbolistas. Ni una sola palabra hacia la directiva o la afición.
Gregorio Manzano ya se quedó el pasado verano en el Mallorca a disgusto, desoyendo los consejos de su representante Manuel García Quilón, que le recomendó incluso quedarse sin equipo si era necesario, ante la posibilidad de que fuera el elegido del primer club grande que se quedara sin entrenador. Ahora la situación es parecida, y el nombre del técnico jiennense se ha vinculado al Villarreal, al Sevilla, al Atlético de Madrid o a la Premier.
Hablando de la Liga inglesa, en el Mallorca también se sienten profundamente decepcionados por la nula defensa del club que hizo su entrenador ante la columna publicada por Sid Lowe en «The Guardian», y muchos interpretan que en realidad aquel era un artículo preparado específicamente para vender a Manzano en Inglaterra. «¿Por qué no puedo entrenar en la Premier? Me veo capacitado». Hay que recordar que su representante ya fue quien llevó a Rafa Benítez al Liverpool, y sus contactos en Gran Bretaña son excelentes. Si alguien puede incrustar a Manzano en la que para muchos es la mejor Liga del mundo, ese es sin ninguna duda Manuel García Quilón.
Pero, ¿qué ha llevado a Manzano a descartar casi por completo su continuidad en la isla? Motivos económicos y deportivos. Aunque conserva íntegro el apoyo de Nando Pons, que ha sido siempre su principal defensor, sabe que la relación con Alemany se ha ido erosionando poco a poco durante este 2010, pero sobre todo sabe que la próxima temporada sólo tendría posibilidades de quedarse asumiendo una rebaja drástica de su salario. Y no sólo no está dispuesto a ello, sino que además cree que el año que viene está ante la segunda oportunidad de su carrera de dar el salto a un equipo grande, tras la fallida experiencia que tuvo en el Atlético de Madrid en 2004, cuando no fue capaz de conseguir que el equipo rojiblanco pasara del séptimo puesto.
De hecho, muchos interpretan el extraño artículo que publicó el miércoles en el blog que le pone a su disposición el Mallorca como un guiño hacia el club madrileño, por el que nunca ha ocultado que siente cariño. Manzano abandonó el Calderón con un regusto amargo y cree que ahora, con una plantilla como la que pondrían a su disposición, sí estaría en condiciones de demostrar su categoría como entrenador. Quizás tenga razón, quizás no, pero lo que está claro es que en su proyecto de futuro no figura en ningún sitio su permanencia en la isla.
En el Mallorca aguardan acontecimientos, pero por supuesto a nadie le cabe ninguna duda de que hay vida después de Manzano. Eso sí, todavía no se ha hecho el menor movimiento para buscarle un sustituto porque ahora las prioridades del club pasan por solucionar su desesperada situación económica.
El futuro financiero marcará además el perfil del nuevo inquilino del banquillo, así como también el curso de las negociaciones que emprenda Alemany para la venta de sus acciones. Si llega un nuevo propietario es lógico pensar que quiera hacerlo con un entrenador propio bajo el brazo, y por eso el fichaje de un sustituto se va a prolongar lo máximo que pueda, para no comprometer el proyecto.
Eso sí, si finalmente Alemany mantiene la propiedad la próxima temporada, habrá que buscar un entrenador que se adecue a la nueva realidad económica del club, y cuyo salario sea drásticamente inferior al que percibirá este año Manzano, que puede superar incluso los dos millones de euros, según la clasificación final del equipo en la Liga.