La planificación de la próxima temporada está totalmente parada por orden de Alemany

En condiciones normales la nueva temporada comienza a planificarse en febrero y las primeras decisiones se toman más o menos en estas fechas, sobre todo las vinculadas al entrenador. El Mallorca, sin embargo, permanece parado y así continuará hasta que Mateu Alemany le dé a Nando Pons la orden de ponerse en marcha. El propietario pretende que sea el nuevo comprador el que adopte todas las decisiones deportivas del club, y aguantará todo el tiempo que pueda antes de comprometerse con algún fichaje o con alguna baja.
La decisión deportiva más importante que debe adoptar el Mallorca es la relativa a la identidad del entrenador que deba sentarse en su banquillo la próxima temporada. Gregorio Manzano acaba contrato el próximo 30 de junio y parece que las posibilidades de que continúe son inexistentes, no sólo porque su salario es inasumible, sino porque ambas partes están convencidas de que se ha llegado al final de un ciclo.
La secretaría técnica no ha dado aún ni un paso en la búsqueda de su sustituto, aunque como es lógico en el club se dispone de muchos informes sobre entrenadores. En el pasado el preferido era el cántabro Manolo Preciado, pero su reciente renovación por el Sporting de Gijón le descarta por completo. Además, si Alemany continúa la próxima temporada al frente del club económicamente habrá que ir a por alguien de menor caché, seguramente un técnico muy poco conocido y que tenga poca experiencia en la Primera División. En este sentido, existen magníficos informes de Juan Antonio Anquela, el entrenador del Alcorcón, verdugo del Real Madrid en la Copa del Rey de esta temporada. Anquela ya es un veterano de los banquillos, a sus 52 años de edad, y se da la curiosa circunstancia de que al igual que Manzano es natural de Jaen. Como futbolista jugaba como extremo y llegó a Primera División formando parte de la plantilla del Elche. De momento es sólo una posibilidad, pero de llegar el caso está bien situado.
Al igual que sucede en el caso del entrenador, tampoco se ha hecho ningún movimiento con los futbolistas que acaban contrato, Julio Alvarez y Pep Lluís Martí, ni con aquellos cuya cesión concluye en unos meses, como Mattioni, Pezzolano o Boja Valero, aunque en el caso de este último es absolutamente imposible que en las circunstancias actuales se pueda ni siquiera plantear la posibilidad de ejecutar la cláusula de compra sobre sus derechos, que asciende a cuatro millones de euros. Claro que todo eso cambiría si Alemany encuentra un comprador con dinero. En ese caso...