1-0. El Mallorca presenta claros síntomas de estar en crisis

La Liga no cesa de darle al Mallorca oportunidades para consolidar su milagro, pero lamentablemente tal como le vienen las desperdicia. En este arranque de la segunda vuelta ya se ha dejado seis puntos en dos escenarios tan propicios como Xerez y Tenerife, y el resultado es que ha perdido la cuarta plaza y ahora está obligado a prolongar su proeza en Son Moix este próximo sábado ante el Sevilla para recuperarla.
No resulta sencillo detectar cuál es el origen de la metamorfosis que experimenta el equipo cuando abandona el refugio de su estadio, pero el problema no sólo no se atenúa, sino que presenta síntomas cada vez más preocupantes, porque si es cierto que el Mallorca está por encima de sus posibilidades en cuanto a sus resultados domésticos, también lo es que su bagaje como forastero le convierte en uno de los peores de la categoría. Curioso contraste.
En el Heliodoro, en una noche de Carnaval en la que había ambiente de todo menos de fútbol, el Mallorca pagó con la derrota un error de Mejuto, que dio validez a un gol de Nino en flagrante fuera de juego, pero más allá del desacierto arbitral subyace otra actuación oscura y llena de sospechas. El equipo es incapaz de dar un paso adelante cuando debe hacerlo y está jugando peligrosamente con su situación. Es comprensible perder la cuarta plaza a manos de los grandes, pero cederla por sendas derrotas en dos campos que huelen a Segunda División es inaceptable.