¿Primeras erosiones en la relación Manzano-Nando?

Durante los últimos años el éxito del Mallorca ha descansado sobre el tridente formado por Pere Terrasa, Nando Pons y Gregorio Manzano. Grande, no lo olvideis, lo que ha hecho es heredar el equipo de trabajo que había formado Mateu Alemany, porque aunque fue Grande el que recuperó a Manzano, lo hizo inducido por los consejos de Pons, que ya le conocía de su primera etapa.
Hasta este verano, la relación entre todos era idílica. No había problemas de ningún tipo, y el entrenador confiaba a ciegas en el criterio del secretario técnico. Así, el año pasado se confeccionó, por muy poco dinero, una de las mejores plantillas de la historia del club. Manzano se sentía muy satisfecho del trato que recibía, así como de la sintonía que existía con la cúpula directiva, y por eso no dudó en renovar contrato por dos años, pese a que es cierto que durante mucho tiempo su representante esperó las llamadas del Valencia y del Sevilla, que por uno u otro motivo no se produjeron.
El verano, sin embargo, lo cambió todo. Manzano asumía la marcha de Güiza, incluso la de Fernando Navarro y la de Jonás, pero no podía imaginarse que también se quedaría sin Ibagaza y sin Borja. Además, el banco se quedó de repente sin una pata, cuando se produjo la dimisión irrevocable de Pere Terrasa, un personaje irremplazable en el club. Su adiós, por ejemplo, dejó muy tocado a Nando Pons. Pero mucho.
Nando y Manzano se encontraron de repente solos, con un presidente que no quería gastar ni un duro, pese a todo lo que había ingresado, y con una situación institucional que no se sostenía. El secretario técnico ha tenido que hacer milagros y ha traido lo que ha podido con lo que le han dado, que ha sido muy poco. No os olvideis de un detalle que lo dice todo. Salvo Keita, que jugaba en Arabia, y Callejón, que lo hacía en Segunda B, NI UNO SOLO DE LOS REFUERZOS DE ESTE AÑO ERA TITULAR EN SU EQUIPO DE PROCEDENCIA LA TEMPORADA PASADA. Ni siquiera Ayoze en el Racing, porque en muchos partidos fue suplente.
Manzano no lo dice, porque es un caballero, pero está claro que se siente profundamente decepcionado con lo que le han traido. Además, parece que por primera vez su sintonía con Nando Pons ya no es tan idílica. Se ha notado mucho este verano en dos casos, el de Oscar Díaz, al que Manzano despachó sin permitirle ni siquiera jugar un partido oficial, y en el de Keita, una apuesta del secretario técnico con la que no está de acuerdo en absoluto el entrenador. ¿Qué va a pasar aquí? Existen dos posibilidades. O que Manzano y Nando vuelvan a hacer piña, o que el distanciamiento se haga mayor. ¿Y cuál es aquí el papel de Grande? Pese a que lo veais con frecuencia en los entrenamientos, no suele pasarse por el club. Más bien delega funciones. Tanto Nando como Manzano saben que están solos. Del presidente no van a obtener ninguna ayuda económica para reforzar el equipo, más bien al contrario (ya os contaré). Por eso, como su relación se resquebraje, la crisis va a ir en aumento. Es, de verdad, una situación preocupante.