Diario de la Eurocopa: Jornada 4

No conozco ni un solo caso de un equipo campeón en el fútbol moderno, tanto en Mundiales como en Eurocopas, que no consiguiera su objetivo en base a su solidez defensiva. Brasil tardó 24 años en darse cuenta de que el "joco bonito" no bastaba. Hasta que no amarró con Mauro Silva y con Dunga no se comió una rosca.
¿A qué viene esto? Pues que sí, que España me ha encantado de medio campo para arriba. Es una obviedad que su juego de ataque es excelente. En cambio, me han preocupado sus lagunas defensivas. Ante un enemigo al que le faltaban sus dos mejores atacantes ha concedido demasiados errores. No pasa nada si el rival es débil, pero en las rondas decisivas esos errores se pagan con la vida. No sé, a mí esta defensa sigue sin gustarme. Yo quitaría de ahí a Marchena y pondría a Albiol, y en cuanto a Puyol, creo que, como decía ayer cuando hablaba de Anelka o Henry, estamos ante otro caso de franco declive.
Pero bueno. Quedémonos con lo positivo y disfrutemos del hecho de que España haya sido la única selección en esta primera jornada capaz de marcar cuatro goles. Luis Aragonés, que siempre he dicho que es el mejor entrenador que he conocido jamás, ha vuelto a demostrar por qué es el "Sabio". Se podrán discutir sus formas, pero nunca sus conocimientos. Va sobrado.
En el otro partido del grupo ha pasado lo que se esperaba. Grecia sigue convencida de que el único camino para llegar a la victoria es renunciar al balón, y como a Suecia no le sobran demasiadas luces, el resultado ha sido que hemos visto un tostón insufrible, sólo aliviado por el zarpazo de calidad de Zlatan Ibrahimovic.