
Uno de los clásicos del mallorquinismo. Estaba en el club desde los 70 e hizo de todo. Fue delegado de equipo, delegado de campo, encargado de material, incluso electricista. Pero, sobre todo, su corazón era 100% barralet, y lo demostró en los peores momentos de la historia de la entidad, cuando por no haber no había ni luz. Descanse en paz. Antes del partido ante el Betis se le rendirá un sentido homenaje.
La foto corresponde a un Mallorca de la temporada 78-79, en la que no podía fichar profesionales por prohibición de la Federación. Tomás Jaume es el primero, de pie, junto al portero Javier.

1 comentario:
Descanse en Paz.
Mi más sentido pesame a toda su familia y al mallorquinismo porque hemos perdido parte de la historia del Mallorca, te sentabas con él en el bar Graderio y te sabía decir todas las alineaciones de las fotos que había y a que partido correspondía, una gran perdida nuestro Tomas.
Descanse en paz.
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