Nuevo follón a la vista: el Bunyodkor dice que los brasileños son todavía jugadores suyos. El Mallorca, convencido de que no es así

Un portavoz del club uzbeko del Bunyodkor con el quepude hablar este jueves ha dicho que los jugadores brasileños Joao Víctor y Edson Ramos «Ratinho» «todavía nos pertenecen», y aportó como prueba el hecho de que «sus fotografías aparecen en nuestra página web oficial». La misma fuente se negó a dar ningún otro tipo de explicación, ni tampoco aclaró si era cierto que los dos futbolistas habían pedido la baja por impagos reiterados. «Son jugadores del Bunyodkor», repitió una y otra vez.
Los dos brasileños, por su parte, afirman que su compromiso con el Bunyodkor quedó resuelto desde el momento en el que el club dejó de cumplir con sus obligaciones económicas. En virtud del estatuto del jugador profesional, se puede solicitar la baja al acumular tres mensualidades impagadas, y en el caso de Ratinho y Joao Víctor se les adeudan ocho meses de la pasada temporada, y para demostrarlo han remitido a la FIFA extractos bancarios que prueban que no se ha producido ningún ingreso en sus cuentas corrientes durante ese tiempo.
El Mallorca remitió a mediados del pasado mes de agosto a la Federación Española toda la documentación pertinente, incluyendo los respectivos contratos de trabajo de los futbolistas, para que reclamara al Bunyodkor a través de la FIFA los tránsfers internacionales de los brasileños. La FIFA otorga a los clubes un mes para enviar esas licencias, y el plazo no se cumple hasta el próximo día 19, en el caso de Joao Víctor, y hasta el día 25 en el de Ratinho, cuya incorporación definitiva al primer equipo del Mallorca se decidió algo más tarde.
Transcurrido ese plazo, si el Bunyodkor continúa sin enviar los tránsfer internacionales, la FIFA constituirá una comisión de urgencia que estudie el caso. El club uzbeko deberá demostrar que en efecto los futbolistas están al corriente de pago. En caso de no ser así, no sólo se tramitará de inmediato una licencia provisional que les permita jugar en España, sino que además el Bunyodkor se enfrentará a una grave sanción económica y deportiva.
Por supuesto el escenario será totalmente diferente si el Bunyodkor aporta extractos bancarios que demuestren que su deuda con los dos brasileños es inferior a tres mensualides, pero el Mallorca está convencido de que en efecto la deuda es real, porque tiene pruebas que así lo acreditan, y que lo que está haciendo el club uzbeko es dilatar el mayor tiempo posible esta situación para tratar de conseguir algún tipo de compensación económica.
Paralelamente, el Mallorca está trabajando para intentar que se agilice el plazo y no sea necesario esperar hasta final de mes para poder contar con los dos brasileños que, además, ocupan plaza de extracomunitarios. Para Laudrup el problema es grave, porque si se agotan las fechas oficiales previstas, y siempre que el Bunyodkor envíe los tránsfers, por supuesto, Joao Víctor no podría ser alineado hasta la cuarta jornada, en San Mamés ante el Athletic, mientras que Ratinho debería esperar hasta la sexta fecha del calendario.
El Mallorca también ha tratado de ponerse en contacto con el Bunyodkor para llegar a un acuerdo amistoso, pero ha sido imposible establecer ningún tipo de comunicación con el club uzbeko, que en su página web ofrece una información totalmente desfasada, porque no sólo incluye en su plantilla actual a Ratinho y Joao Víctor, sino también al propio Rivaldo, con el que al parecer mantiene una deuda superior a los cinco millones de euros. En cambio, sí está actualizado el calendario de competición de su Liga, según el cual disputará su próximo partido oficial este domingo ante el Dinamo de Samarkanda.
El Bunyodkor cuenta con el respaldo de la Federación de Fútbol de Uzbekistán, que debería haber sido la que tendría que haber defendido los intereses económicos de los dos futbolistas y obligar al club a que se pusiera al corriente de pagos amenazándole con un descenso de categoría, como sucede en España. Sin embargo, la situación allí es muy diferente, y por eso Rivaldo optó por marcharse del país asiático junto a sus dos compatriotas, que denunciaron los impagos a la FIFA y solicitaron la inmediata rescisión unilateral de sus respectivos contratos.