Los acontecimientos se están precipitando. Alejandro Camaño, que ayer cerró en Lisboa el traspaso de Balboa al Benfica, ha pedido oficialmente hora al Mallorca para hablar sobre Ibagaza. Eso significa dos cosas: o quiere un aumento de ficha, cosa poco probable dada la situación del club, o quiere comunicar de manera oficial el interés del Villarreal por ficharle.
En el Mallorca confían que Camaño, que incluyó la cláusula prometiendo que sólo la ejecutaría si era para irse a un equipo de Arabia, cumpla su palabra. Pero si no es así, poco pueden hacer. Si deposita 1,5 millones de euros, Ibagaza es libre para irse donde quiera. Y la solicitud de esa reunión no es precisamente un síntoma positivo.
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