¿Un delantero para casa y otro para fuera?

Este es el dilema que parece estar planteándose Michael Laudrup. Le encantó el rendimiento de Pierre Webó en Mestalla ante el Valencia, pero Cavenaghi le respondió el miércoles marcando dos goles y demostrando que es de largo el jugador con más olfato de la plantilla. Si se pudieran mezclar las virtudes del camerunés con las del argentino habríamos modelado al delantero perfecto, porque reuniría trabajo, sacrificio y juego de cabeza con facilidad de remate, desmarque y oportunismo. Por desgracia eso no puede ser, así que hay que elegir.
La solución parece estar clara. En Palma jugará Cavenaghi, y fuera lo hará Webó. Por supuesto parece que lo lógico sería que lo hicieran los dos, pero lejos de Son Moix Laudrup tiene muy claro que el sistema que más le conviene es el 4-2-3-1, y allí sólo tiene cabida un delantero que, además, tiene que estar en contacto con los centrocampistas y poder ayudar a la incorporación de los tres medias puntas aguantando el balón. Y esas cualidades no las tiene Cavenaghi.
Cabe también la posibilidad de que en Son Moix jueguen los dos como titulares, lo que significaría mandar al banquillo a Víctor. Es una opción que se está planteando Laudrup, al que de momento todos los problemas que se le vienen encima son por exceso de jugadores, no por defecto.

P.D. A pesar de que no es un futbolista que luzca de cara a la grada, me está encantando el brasileño Joao Víctor. Siempre está bien colocado, no pierde jamás un balón y ayuda muchísimo a los dos centrales. De verdad que me recuerda cada vez a Mauro Silva.