Grande convierte al Mallorca en responsable de una deuda de Drac de 3.579.000 euros

La historia se remonta a enero de 2006, cuando el equipo, hundido en la clasificación, se ve en la necesidad de fichar jugadores. Basinas llega gratis, a Braulio le cede el Atlético, y por Nunes se pagan dos millones de euros. Pero falta alguien con gol, y Nando Pons recomienda al argentino Leo Pisculichi. El problema es que cuesta 2,7 millones de euros, y su club quiere el pago al contado. Vicenç Grande consigue que el Banco de Valencia le conceda el dinero necesario para comprar a Pisculichi, y avala personalmente la operación. Sin embargo, el banco, informado sobre la ya por entonces delicada situación del Grupo Drac, pide como prenda los derechos federativos del jugador, y establece una cláusula penal en el contrato. Si el Mallorca transfiere a Pisculichi sin su autorización, podrá reclamar al club, además del importe del préstamo y sus intereses y costas, la cantidad de 2.700.000 euros en concepto de cláusula penal. Así se acepta, y se fijan 36 pagos mensuales de 80.137,02 euros, desde el 17.4.2006 hasta el 17.3.2009.

Con el dinero en el bolsillo, Binipuntiró presta al Mallorca el importe total del traspaso de Pisculichi, y comienza a pagar las cuotas mensuales al Banco de Valencia, pero el 25 de noviembre de 2006, casi un año más tarde, el club acuerda la venta del jugador al Ar-Arabi de Qatar por 3,6 millones de euros e, incumpliendo la cláusula penal establecida en el anexo a la póliza de préstamo, no informa de la operación al Banco de Valencia, al que por supuesto tampoco pide autorización. Casi un mes más tarde, el 19 de diciembre, el Grupo Drac comunica por carta al Banco de Valencia el traspaso, pidiéndole que levante la garantía cosa que no hace el banco, con buen criterio, tras consultar a su propia Dirección General de Riesgos.

El Mallorca liquida de inmediato el préstamo de Binipuntiró, al que abona los 2,7 millones que había recibido en enero más los correspondientes intereses, pero Binipuntiró no hace lo mismo con el Banco de Valencia. Sigue pagando las cuotas mensuales, pero no liquida la póliza, que a día de hoy presenta todavía una deuda de 879.000 euros (en total el Grupo Drac debe a este banco 4.862.014 euros). Ahora, declarada la suspensión de pagos tanto por parte de Binipuntiró como de Vicenç Grande a nivel personal, y considerándose engañado por el presidente del Mallorca, el Banco de Valencia, que sabe que no va a cobrar del Grupo Drac, exige la ejecución de esa cláusula penal que, unida al remanente de la póliza que ha quedado sin ser liquidada, supone una deuda de 3.579.000 euros de la que, por ley, es responsable subsidiario el Real Mallorca. Si el club es obligado finalmente a hacerse cargo de esa cantidad, resultará que la operación Pisculichi le habrá costado 2,7 millones de euros, cuando al jugador se le traspasó con un beneficio de 900.000 euros en noviembre de 2006. Eso sí, Binipunturó cobró a tocateja, con los intereses correspondientes.

P.D. Esto me parece que ya es la gota que colma el vaso. Sobre todo porque demuestra que, pese a lo que dice Grande, el Mallorca SI ESTA INVOLUCRADO DE PLENO EN EL CONCURSO DE ACREEDORES. Ah, y para los excépticos, os prometí documentos. Aquí teneis uno de ellos, en el que figura la famosa cláusula. Vereis al fondo la firma de Grande. Mañana, en EL MUNDO, podreis leer el reportaje completo y ver más documentos.